AMOR
No quiero que me ames por lo que te dé,
ámame a pesar de lo
que no puedo darte.
No me ames sólo por
lo que soy
sino también a pesar
de lo que no puedo ser.
No me ames sólo por
lo que hago,
ámame sin que te pese
lo que no sé hacer.
No me ames sólo por
lo que digo
ámame también por lo
que callo.
Y, sobre todo, ni me
ames por lo que tengo,
ni busques en mí el
amor perfecto,
ni la pasión y el
goce eterno,
ni la satisfacción de
todos tus deseos,
ni el remedio de
todos tus tormentos;
ámame sin preguntas,
perdonando mis defectos:
De otro modo el amor
está muerto.
José Luís Sánchez